miércoles, 2 de junio de 2010

Nocturna

Me encanta esta hora del día. Más bien de la noche. Cuando todo se vuelve tranquilo, la calle está calmada, el calor disminuye (en la medida de lo posible) y parece que el mundo es menos mundo y más un lugar estupendo para vivir. Es la mejor hora para leer, para escuchar música, sin que los ruidos del día interfieran, es la mejor hora para escribir, para pensar, para amar,...

Es también mi hora preferida para pasear por Palencia (cómo la añoro ahora con este calor cordobés sofocante), cuando las calles principales están prácticamente vacías y te sientes dueño de cada adoquín, de cada farola, de cada arambol, de cada balconada.

Y parece que la ciudad vive para ti y las dificultades no existen y todos los sueños son posibles.

3 comentarios:

Yo dijo...

Pos a mí la verdad es que yendo acompañada no me importa que sea tarde. Pero lo de ir yo sola por la calle de noche... no lo llevo muy bien. Me da un poco de miedo, la verdad. Más que disfrutando del paseo vengo agobiada y a todo meter para llegar antes...

Un besito (por aquí también hace tela de calor..., por si te sirve de consuelo...)

bruixot dijo...

Comparto contigo este espacio de tiempo en el que el mundo se para y nada es capaz de interrumpirlo. La pena es que la cama se vuelve rebelde y temprano te desaloja por haber llegado tarde y no dedicarle la atención merecida

Un besito

Milady dijo...

Yo: Creo que son ventajas de vivir en una ciudad tranquilita como Palencia. Aunque siempre es mejor ir acompañada claro.

Un besazo (no sabes lo a gusto que se está con este fresquito)

Bruixot: Tienes toda la razón. Ventajas de no madrugar ;P

Un besazo para ti también