sábado, 28 de junio de 2008

Esta vez sí

Nos lo han contado, pero nunca lo hemos vivido. En el año 84, España, llegó a la final de la Eurocopa que se celebraba en la vecina Francia. Y fue precisamente Francia, con la que nos toco batirnos en la final. El resultado 2-0 en favor de los galos. Tenemos que remontarnos al 64 para ver a España vencedora de una Eurocopa, frente a la URSS.

Por eso la gente de mi generación, de las generaciones posteriores, tenemos una ilusión enorme, por ver esta tarde a nuestro equipo en la final. Esa Furia Roja que tan buenos momentos nos ha dado en estos últimos días. Y es que con nuestros Torres, Silva, Cazorla, Villa (aunque desde el banquillo desgraciadamente), Güiza, Iniesta, Senna, Puyol, Xavi, Sergio Ramos, Cesc, Capdevilla, Xavi Alonso, Palop, Reina, Albiol, Fernando Navarro, Marchena, Arbeola, Juanito, de la Red, Sergio García y sin olvidarnos del mejor, el que tiene que llevarse el balón de oro de este año, San Iker, debemos decir bien alto que PODEMOS.

Hoy a las 20:45, España se parará para ver cumplido nuestro sueño. No sólo pasar de cuartos, sino llegar a la final. Y vistan la dorada o la roja, hoy mi corazón será más rojo que nunca.


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡A POR ELLOS!!!!!!!!!!!!

Aunque no esté en el Ernst-Hapel, ni en Colón, lo veré rodeada de palentinos en los cines Ortega, con aire acondicionado incluido.


Y si todo va bien, nos volveremos a bañar en la fuente de la Plaza España como el jueves.

domingo, 15 de junio de 2008

Mi paraíso

Si pudiera cerrar los ojos, hacer que todos los apuntes de las asignaturas por estudiar desaparecieran y las preocupaciones dejaran mi cabeza, y trasladarme a un lugar, aunque sólo fueran 30 minutos, me iría a mi pueblo. Entraría en casa, esa casa que, por mucho calor que haga, siempre está fresquita; me iría a la cocina y me haría un café con hielo, muy frío. No sé porque razón no hay ningún lugar en el mundo donde me sepa mejor un café que cuando estoy en el pueblo. Saldría a mi jardín y andando por esa verde hierba que hace cosquillas entre los dedos de los pies, llegaría hasta la hamaca y me tumbaría. Con que el sol me diera en la cara, mis pies tocaran la hierba y con el café helado en mis manos, os puedo asegurar que estaría en lo más parecido al Paraíso. Lástima que el paraíso esté a una hora y tres cuartos de aquí. Tendré que esperar al día 5 de julio, pero ese día...ese día, seré completamente feliz.

martes, 3 de junio de 2008

Espejismos

Queríamos conquistar todos los lugares del mundo, vencer en todas las batallas que se nos presentaran, comernos la vida y que ésta nos dejara sin aliento.

Aprendí a no ser tan burra, tan cabezota, a confiar más en la gente. A que la coraza que me había colocado en el pasado, no me impidiera perderme lo bueno de la vida.

Aprendiste que nada era imposible, que el tesón y la constancia eran infalibles. Comenzaste a querer y a demostrarlo. Creo que encarrilaste tu futuro sin darte cuenta.

Supongo que maduramos a trompicones, como sin quererlo. Nos confiamos, nos relajamos, pensamos que todo era eterno.

Y un día giré mi cabeza y no estabas a mi lado. Nadie aferraba mi mano en los momentos duros, nadie me abrazaba cuando no tenía consuelo.

Sólo tus recuerdos, el tiempo pasado juntos. Sólo eso me quedó para añorate.

En ocasiones la vida nos ha cruzado, apenas unos instantes. Quizá para que nos dieramos cuenta de lo que perdimos, para que aprendieramos que nada duraba para siempre.

Y al mirar tus ojos, aún puedo ver a quien me miraba apoyado en mi almohada instantes antes de besarme. Aquel que me hacía reír a carcajadas con una simple palabra.

Pero como un espejismo, esa visión se desvanece y volvemos a ser dos extraños que se saludan, sin saber muy bien cuando se conocieron. Cuando se perdieron.