Hay veces que intentamos luchar contra un enemigo externo, contra aquello que no nos permite continuar, contra lo que nos frena en la lucha por conseguir nuestras metas, y no nos damos cuenta de que nuestro enemigo somos nosotros mismos, y esa bestia contra la que combatir habita en nuestro interior.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
è vero.
;P
Publicar un comentario