sábado, 26 de septiembre de 2009

21 de Septiembre

A Fernando lo conozco desde que era pequeña. Es amigo de mis padres, de la juventud y más tarde se caso con una mujer de nuestro pueblo y en los veranos, cuando se junta toda la pandilla, recuerdan sus tiempos mozos. Me hace mucha gracia cuando cuentan historias de cuando iban a la discoteca, cuando jugaban al fútbol y ligaban con las chicas. Fernando siempre ha sido muy decidido. Una de las anécdotas que se cuenta constantemente es cuando Fernando, allá por el año 1985, dijo que ese año se casaba. No tenía aún novia, ni amiga especial, pero estaba convencido. Y efectivamente, así fue, se casó y es feliz en su matrimonio.
A Fernando lo veo casi cada día cuando estoy en Palencia. A eso de las 8 de la tarde cuando voy a buscar a mi madre al trabajo, me lo encuentro siempre. Lleva a su madre del brazo y dan un paseo por los alrededores de la casa de ésta. Su madre padece desde hace algunos años Alzheimer, ya no recuerda quien es, como ha sido su vida, si es feliz, los colores, ni tan siquiera los nombres de sus hijos o nietos.
Pero Fernando todos los días, religiosamente, agarra a su madre del brazo y da un paseo mientras le cuenta su día a día, las cosas de sus hijos o historias del pasado que quizá ella misma le contó a él. Ella normalmente atiende silenciosa, quien sabe pensando en qué.
Pero hay días, en los que salta el resorte y ella responde a sus explicaciones con extraordinaria lucidez, conversando, dando datos, llamándole Fernando. Esto suele durar minutos en él mejor de los casos, y luego vuelve a ese mundo olvidadizo en el que se encuentra anclada.
Pero para Fernando es suficiente. Esos segundos compensan todas las tardes en silencio. Esos días son extraordinarios.
Fernando continuará paseando a su madre, esperando a que ese rayo de sol, inunde su mente por unos instantes.


*El pasado 21 de Septiembre fue el día Mundial del Alzheimer. La historia de Fernando es real, pero hay miles, millones de héroes anónimos que luchan cada día con esta enfermedad.

9 comentarios:

Joanna dijo...

Gracias por volver a escribir mi niña.

mi dijo...

Chamita..
Si es que JUSTAMENTE anoche ví la película The Notebook y lo que he hecho es llorar toda la peli. Trata de esa enfermedad justamente, que tristeza. Precisamente pensaba anoche que debe ser de las peores cosas que le pasa a uno en la vida.. no tanto al enfermo, sino a quienes le quieren.

Un besote guapa

Milady dijo...

Joanna: Si es que teniamos que volver que aun tenemos muchas cosas que contar. Muaks.

Euchy: Es justamente eso. Yo también vi la peli y recuerod haber llorado desde el primer momento. Y es cierto los que verdaderamente padecen esa enfermedad son los que les rodean. A ellos este pequeño homenaje. Pasa un buen finde guapetona. Muaks.

Yo dijo...

Pues sí... llevas mucha razón...

Bonita historia real. Muy bonita. Y que pueda seguir repitiéndola muchos años.

Besotes Milady

bruixot dijo...

Qué grande Fernando. Necesitamos personas así, que nos encandilen con sus historias, su experiencia vivida y que tengan en la memoria a sus seres queridos pese a las adversidades.

Un besito

Manuela Fernández dijo...

Es una de las enfermedades más crueles que hay, quien lo padece pierde su identidad, su historia y llega a convertirse en vegetal. El familiar que lo vive de cerca no acaba de asumir que no le reconozca su padre o su madre, le resulta difícil ver a su ser querido irse poco a poco, despidiéndose cada día que pasa.

Milady dijo...

Yo: Ojala que encuentren alguna cura para esta enfermedad tan terrible. Un besazo enorme guapa, pasa buen finde.

Bruixot: Totalmente de acuerdo, necesitamos héroes de este tipo que den ejemplo. Un besazo enorme.

Manly: Es cierto. Es una enfermedad terrible la verdad, para los pacientes que la sufren y sobretodo para sus familiares que viven una realidad durísima. A ellos este sencillo homenaje. Un besazo enorme.

anita (la gurisa) dijo...

HOla!

Es linda tu historia, sobre todo porque es real. Poruqe hay un Fernando que cuida a su madre, y sigue su vínculo a pesar de todo.

Gracias por contarlo!

besito

Milady dijo...

Ana: Yo creo que la magia de todo esto la ponen los miles de casos de gente como Fernando que existen en el mundo. Gracias a ti por leerla. Un besazo